Han sido días complicados, tal
vez los días más difíciles de mi vida, que dramático suena.
Estoy alentada a escribir por mi
novio y mi terapeuta, ambos creen que escribo bien y que además hacerlo me
ayudará, o sea, será sanador, etc.
Aprender de cero es lo que me ha
tocado, no tengo opción más que desaprender, porque el aprendizaje que he
recibo hasta ahora solo me ha enfermado, entonces, me planteo hacer las cosas
despacio, con paciencia y disfrutando de cada paso, de cada acierto y de cada
error.
Qué difícil es para mí, toda mi
vida he estado acostumbrada a lo inmediato como todxs, al resultado, a la
alegría que provoca un resultado, que pensar en disfrutar los errores parece
tan tonto, y sin embargo heme aquí, haciendo cosas pequeñas y en las pequeñas equivocándome.
Durante muchos años, mi premisa
fue evitar la tentación del fracaso y ahora lucho para evitar la tentación del
éxito, porque el éxito que he conocido significa perfección, esfuerzo extremo,
frustración, obsesión y tristeza.
Mi nueva premisa es disfrutar, no
ganar, ni hacer las cosas perfectas, ni ser la mejor en nada, solo disfrutar, parece
tan básico pero me cuesta, exploro nuevos caminos, aprendo sin presión.
Estoy aquí y
ahora.