lunes, 16 de mayo de 2016

Escribir por escribir

Escribir por escribir, contar en mi blog, lo que me pasa, lo que me sucede, para sobrevivir, para estar bien, he estado compartiendo en facebook lo que escribo pero al parecer ha sido demasiado.

Entonces decidí no mostrar a nadie más lo que pienso, lo que siento, lo que escribo, porque ¿A quién le importan mis reflexiones?

Quien soy yo para ser leída, tomada como ejemplo o simplemente tenida en cuenta.

Para mi familia soy todo: buena hermana, buena hija, buena… aunque no siempre, claro.

Pero para el resto del mundo, he de ser nadie o simplemente alguien y está bien, todos somos alguien, pero no a todos nos interesa la vida de todos.

Tengo algunas amigas cercanas que creo que podrían  tenerme en cuenta pero aun así no creo que puedan estar disponibles siempre ni estar al tanto de todo lo que hago, que gran golpe al ego, el mundo no gira a mi alrededor, es una tristeza, mi tristeza no es la única, todos sufren, no soy especial por sufrir, todos somos especiales, no soy la única.

Me veo tentada a autocensurarme puesto que si quiero ser franca cuando escribo debo referirme a ciertas personas que me quieren y no quiero herirlas.

Así es que me callaré algunas cosas. Aunque sé que si leen esto se sentirán aludidas y tristes. Si pues, esta soy yo, no soy perfecta.

Continuando con los lamentos, hoy me duele la espalda, de hecho no hoy sino hace aproximadamente 2 horas, ahora son las 6:52, todo estaba bien, una discusión con mi hermana, un cambio de planes y estoy muriendo de dolor, es como si mi cuerpo no soportara los cambios o no se pudiera adaptar a lo que sucede a mi alrededor, tengo ganas de gritar de golpearme la espalda hasta sangrar, porque duele mucho. Pero sé que no haré nada, lo máximo será tomar en un rato mi pastilla para el sistema  nervioso que es la que tranquiliza a mis nervios y les dice: ¡Ey! tranquilos no hay daño, solo son ustedes que se han puesto a la defensiva, tranquilícense.

Tomaré esta mágica pastilla pero el dolor no pasará mágicamente sino probablemente hasta mañana, que espero levantarme con menos dolor, los doctores se desesperan cuando les digo que me duele la espalda, quieren evitar mi dolor físico a toda costa ya que no pueden por ahora con mi dolor emocional.

Pero evidentemente estoy siendo injusta, hasta ahora las personas que más me han comprendido y acompañado, incluso más que mis padres, han sido mis doctores, a decir verdad, doctoras, dos doctoras estupendas, no puedo quejarme han sido verdaderas compañeras.
Volviendo a mi dolor ¿Por qué habría de importarle a alguien lo que escribo? No lo sé y tampoco me importa. 


Seguiré escribiendo mis penas, enumerando mis dolores porque se siente bonito, sacarlos y verlos en una hoja antes blanca, siento cierto placer al escribir, por eso y solo por eso seguiré escribiendo.